La cattleya es una variedad de orquídea que es preferida por muchas personas debido a su belleza; de hecho, esta flor fue declarada como la flor nacional de Colombia, pero antes que esto ocurriese muchas personas alrededor del mundo expresaban su adoración por ella.
La verdad es que son pocas las flores que pueden equiparar su belleza con la de una cattleya, por supuesto, esto depende del gusto personal, pero la mayor parte de la población coincide en que la cattleya es una flor realmente asombrosa por su hermosura.
Debe su nombre de cattleya al apellido de William Cattley, un aficionado inglés que amaba estas orquídeas y cultivó esta especie, que más tarde fue descrita por otros orquideólogos quienes la denominaron catteya labiata. Su género pertenece al de las orquídeas epífitas. El número de especies que existen sobrepasa las sesenta, ya que van surgiendo nuevas a medida que se realizan distintos cruces.
Aunque la planta es originaria de América del Sur y América Central, se puede conseguir en muchas partes del mundo, justamente porque se ha convertido en la flor preferida de millones de personas.
La planta de orquídea no afecta al resto de las plantas y puede ser colocada en cualquier espacio, sus raíces siempre tienen a sostenerse de las rocas, árboles u otros objetos. En sus pseudobulbos, la orquídea almacena agua para subsistir en las épocas de sequía.
Los usos que se le han asignado a las cattleyas son diversos. Su preciosidad ciertamente permite que sean colocadas en el pecho de una quinceañera, en los ramos para las bodas, en espacios del hogar, o que sean regaladas a mujeres de la tercera o a muchachas jóvenes enamoradas. Recibir una cattleya de regalo es signo de finura. Una fecha en las que muchas cattleyas son regaladas es para el día de la mujer.
La elegancia de la cattleya permite llegar al corazón de casi cualquier persona. Las que se obsequian con más frecuencia son las que tienen mayor tamaño, con hermosos pétalos cuyos bordes tienen forma de onda, además de ir adornados con manchas que emulan pinceladas artísticas llenas de colores.
Es posible encontrarla en tono blanco, rojo, morado, amarillo, anaranjado, u otras tonalidades, dependiendo de las combinaciones que se realicen. Por lo general, esta planta descubre sus flores dos veces al año. Una flor puede tener de una a tres semanas de vida.
El significado de la cattleya es el de elegancia, finura y belleza extraordinaria. Dependiendo del país, podemos preguntar por el nombre que recibe localmente. Por ejemplo, en Colombia se le conoce más como Lirio de Mayo, mientras que en Venezuela se le denomina Flor de Mayo. Este dato es importante al momento de solicitarla para que sea enviada como regalo.
La cattleya tiene el significado general de la elegancia, tal como hemos mencionado, pero el color también puede añadir más elementos a su simbolismo. En el caso de la cattleya azul, esta nos trae la calma y equilibrio. Si en nuestro hogar las cosas están alteradas, podemos ubicar estas flores en un lugar especial y atraer estabilidad.
Si un matrimonio, por ejemplo, está viviendo algunas dificultades, la habitación de la pareja sería un excelente lugar para que el sosiego llegue a través de la orquídea azul.
La cattleya blanca nos envuelve en la paz, la inocencia y todo cuanto es puro. En los espacios de la casa donde necesitemos más tranquilidad la podemos colocar como, por ejemplo, en un estudio o en los espacios donde leemos, meditamos, hacemos yoga, entre otros. La cattleya blanca purifica el ambiente a nivel espiritual.
Las cattleyas de color morado invocan la justicia, la sabiduría, a pesar que en ciertos lugares se considere que el color morado está asociado con la tristeza, la melancolía y los estados depresivos.
Muchas personas también evitan esta orquídea porque cuando la flor desfallece va cayendo y queda solamente el tallo, acompañado de una u otra hoja, y es triste ver este tipo de naturaleza, pero todo depende del fin que una persona quiera darle.
Las cattleyas rojas nos incitan a sentir el aura del amor, la pasión, el romanticismo y la dulzura. Aunque el color rojo es violento, intenso, fuerte, en el caso de la cattleya puede hacer que alberguemos sentimientos delicados como la ternura, ya que la flor en sí misma transmite delicadeza. El día de San Valentín muchas mujeres reciben como regalo esta hermosa flor que expresa el amor sin condiciones.
Si recibimos una cattleya amarilla como regalo, es porque esa persona siente deseos de vivir alguna aventura con nosotros. Debemos tener cuidado y leer bien este mensaje. Si sentimos deseos carnales hacia alguien más y se lo queremos hacer saber de una manera sofisticada, regalar una cattleya amarilla es la mejor opción, así no harán falta muchas palabras. Todo quedará dicho.
Con una cattleya rosa podemos expresar amor afectuoso o nuestros sentimientos de cariño. Son ideales para regalar a nuestras madres, o a una amiga por quien sintamos mucha estima, sobre todo cuando tenemos tiempo sin verla, pero queremos decirle que nuestro cariño permanece intacto. El día de las madres estas orquídeas son una de las que más ventas tienen.
Las cattleyas azules son otra variedad muy importante porque su significado denota la lealtad y el compromiso que puede existir entre dos personas. Estas flores son obsequiadas especialmente en las fechas de aniversarios, porque las parejas se expresan que van más allá del amor pasional y reafirman así la disposición de cumplir todos los acuerdos pautados de por vida, pero también se le puede obsequiar a las amistades más nobles y leales; incluso, esta orquídea se le puede regalar a un hombre y con ello demostrarle admiración y el deseo de cumplir alguna promesa o palabra dada en algún pacto.
Las cattleyas tienen un significado muy amplio asociado al color, tal como hemos visto, pero aquellas personas que desean tatuarlas en su piel también emiten el erotismo y la sensualidad que les caracteriza. Incluso, en China esta flor, por su forma, se toma como un símbolo de fertilidad.