La razón por la cual muchas personas se preocupan por conocer el significado de la flor de la vida, una vez que saben de ella, es por el enigma que encierra, ya que conocer esta flor equivale a tener conocimiento sobre el origen de la vida misma.
Muchas personas, pertenecientes a diferentes culturas, han demostrado interés por la flor de la vida. Por ello, es común verla en las franelas, tatuajes, en dijes, entre otros.
Cuando hablamos de la flor de la vida nos referimos al sagrado diseño geométrico compuesto por círculos y que tienen como forma una flor. Todas las figuras están yuxtapuestas de forma hexagonal. El resultado es realmente impresionante.
Son diecinueve los círculos en total que integran la flor de la vida, además de 36 arcos. Estos diecinueve círculos son los que generan formas similares a las flores. Este diseño no es un invento de la modernidad. Al contrario, desde la Antigüedad era conocido y valorad por muchas culturas.
Este símbolo es tan universal que se encuentra presente en casi todas las culturas, desde la europea hasta la latina y la de países bajos, o de Oriente. La creencia sobre el significado de la flor de la vida es que entre sus formas se encuentran contenidas todas las leyes del universo, incluidas las de la física, la matemática y la música.
Todos los estudiosos de las formas de la flor de la vida han concordado en el hecho de que su simetría es perfecta. Lo más curioso es que esta forma se encuentra en muchas de las creaciones de la naturaleza, tal como en ciertas plantas o en misterioso panal de abejas.
El enigma que encierra la flor de la vida es tan sagrado que se han encontrado inscripciones en algunos templos de faraones, en la India, o en China, además que la tradición cristiana ha tomado el simbolismo de la semilla de la vida, partiendo del significado de la flor de la vida.
Algunos científicos han observado el diseño del embrión humano y se han percatado que es el mismo diseño que el de la flor de la vida, ya que las células comienzan por dividirse en dos, en cuatro, ocho y así sucesivamente hasta dar forma al feto. Es decir, el misterio de la flor de la vida está conectado con las explicaciones que nos brinda la embriogénesis.
Han sido tantas las repeticiones del patrón de la vida que el hombre ha tratado de descifrarlo. El significado que esconde esta flor alude a un campo energético que tiene cada ser.
Para impregnarnos de esta energía vital, podemos usar la representación de la flor de la vida en collares con un dije, o en la casa como colgante. Podemos intentar dibujarla, o imprimirla si no podemos reproducir esta forma de la geometría sagrada, y pensar mucho en un ser especial a quien deseemos enviarle luz y nuestros mejores deseos.
También la podemos usar para colocarla en espacios en nuestra casa, por ejemplo, fija en la pared y al lado escribirle afirmaciones de abundancia, vida y prosperidad. En cada círculo también podemos escribir el nombre de cada miembro de nuestra familia, o personas que queremos y a quien le deseamos equilibrio en su vida.